Estamos aquí reunidxs para asistir al funeral de La Historia del Arte, la Historia del Arte Blanca Eurocéntrica Heteropatriarcal y Colonial
La declaramos muerta y celebramos su fallecimiento.
La declaramos muerta y celebramos el fin de su racismo, misoginia, clasismo y elitismo.
La declaramos muerta y celebramos el fin de su reinado androcéntrico y de su dominio masculino.
La declaramos muerta y celebramos el fin del poder de su régimen totalitario y excluyente sobre nuestras palabras, manos y mentes.
La declaramos muerta porque nuestras propias historias, prácticas, cuerpos e identidades no caben en sus macro-narrativas universales, refinadas, blanqueadas e higienizadas.
No cabemos porque nos desbordamos, porque no saben cómo contenernos ni clasificarnos.
Venimos con furia y bilis desde el ostracismo para denunciar la invisibilización y borramiento histórico de las expresiones artísticas de todas las comunidades subalternizadas, afromestizas, indígenas, diversofuncionales y heterodisidentes.
Nuestros cuerpos están ausentes de la representación pictórica porque les molesta nuestro tono de piel, nuestra ambigüedad genérica y nuestras corporalidades que desafían la violencia estética de sus ideales de belleza.
No se confundan, no estamos tocando a sus puertas para que nos abran, las estamos desmantelando para que no puedan protegerse detrás de los gruesos muros de la tradición clásica que creen que son su fortaleza.
No nos interesa formar parte de esa HISTORIA DEL ARTE con MAYÚSCULAS dónde nuestros relatos son apenas anécdotas, datos curiosos, estéticas menores.
Nos negamos a reconocer la Historia de las Bellas Artes contada desde occidente como la única forma de arte válido.
Nos negamos a reconocer los aforismos, decretos, cánones o reglas que impidan el libre desarrollo del acto creativo.
Nos negamos a reconocer sus academias, instituciones o libros siempre que sean excluyentes y discriminatorios.
Nos negamos a reconocer su legado, su “alta cultura” y su “buen gusto”.
Nos negamos a reconocer a sus “grandes maestros” como los “únicos portadores de verdad”, ni a Donatello, ni a Rafaello, ni Davinci, ni Miguel Ángel, ni su renacimiento antropocentrista especista y euroblanco.
Nos negamos y no reconocemos a Kandisky y su pintura, sino a Hilma af Klint, la pionera del arte abstracto.
No reconocemos a Duchamp y su “Urinario”, sino a la Baronesa Elsa von Freytag, la pionera del ready-made.
No reconocemos a Pollock y su “dripping”, sino a Janet Sobel, la pionera del action painting.
No reconocemos a Warhol como mártir por haber recibido los disparos de Valerie Solanas, sino que denunciamos el robo y abuso de poder que un hombre blanco le hizo a una escritora lesbiana y feminista que terminó en la cárcel, retratada en los medios de comunicación como una loca.
Nos negamos a reconocer a las mujeres únicamente como musas, sino como autoras, pensadoras y artistas.
Nos negamos a reconocer la pintura de Delacroix, Gauguin o Picasso inspirada en África y Medio Oriente como un estilo estético, sino como orientalismo, exotismo racial, apropiación cultural y extractivismo creativo.
Nos negamos a olvidar el teatro del blackface y su comedia enraizada en la trata, la esclavitud y la segregación racial.
Nos negamos a olvidar a Juan de Pareja, el pintor afrohispano que fue esclavo de Diego Velázquez, obligado a ver como Velázquez firmaba sus obras como suyas, sin pago ni reconocimeinto. Nos negamos a olvidarlo a él y a todos lxs artesanxs esclavizadxs por “artistas” racistas a lo largo de la historia.
Nos negamos a reconocer la diferencia entre artista y artesano, porque Arte y Artesanía son lo mismo.
Nos negamos a reconocer las expresiones artísticas que no han sido creadas desde el privilegio de la academia bajo nombres como “arte popular”, “kitsch” o “folclor”.
Nos negamos a olvidar que sus museos son herederos del saqueo colonial de pueblos y civilizaciones que se atrevieron a nombrar como “culturas menores”, cuyo pasado cultural sigue desmembrado por todo primer mundo, expuesto en vitrinas como trofeos.
Hemos abandonado la búsqueda de la belleza, lo sublime y la obsesión compulsiva por el virtuosismo técnico.
Nos negamos a seguir reproduciendo el CIS-tema del arte que continúa privilegiando a los unos sobre lxs otrxs.
Hemos abandonado la búsqueda de la perfección y la pureza en el arte y sus disciplinas. Nos pronunciamos a favor de la contaminación, de contaminar y ser contaminadxs.
Somos lo contaminado, lo posdisciplinar, lo abierto, lo inacabado, el error, la infección.
Asistimos al funeral de esta Historia del Arte, y siempre la recordaremos como lo que fue, una estructura de poder vertical, jerárquico y patriarcal que sobre nosotrxs ahora ya no tiene ningún poder.
Este es un ejercicio de imaginación radical que celebra la dignificación de nuestras existencias y el reconocimiento de los derechos humanos. Celebramos la urgencia de construir en conjunto otra historia del arte en conjunto y de forma horizontal.
Celebramos 70 años de transformación social a través del arte.
Celebramos la libertad de expresión.
Celebramos la posibilidad de pensar en mundos mejores.
Celebramos la apertura al diálogo.
Celebramos la libertad de pensar otros horizontes posibles.
*Versión del texto “Funeral HDA (Historia del Arte)” de Lechedevirgen adaptado en colaboración de la artista Fausto Gracia, leído a dos voces durante el performance colectivo e intervención artística realizada en el Museo de Arte Contemporáneo Querétaro, en el marco de la celebración de la Gala de Arte por los 70 años de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro.
