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PENSAMIENTO PUÑAL

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«Pensamiento Puñal» es un texto (ensayo/prosa poética) escrito por Lechedevirgen en noviembre de 2012, que recoge múltiples reflexiones en torno a la identidad mexicana, la sexualidad, el género, el cuerpo y la propia vulnerabilidad del autor. El texto ha funcionado como columna vertebral de muchas de las reflexiones actuales en torno al grio decolonial cuir, la disidencia sexual y las críticas al movimiento queer el norte global, anteponiendo una postura política radical desde latinoamérica a través del uso de la escritura, el cuerpo y el performance, acercándose a la vena de escritos subversivos de autores como Pedro Lemebel, , Paco Vidarte, Guy Hocquenghem o Bob Flanagan. 

«Pensamiento Puñal» ha sido publicado numerosas veces en formatos físicos y virtuales, siendo el más reciente la publicación la editorial Dos Filos (Colombia) bajo su colección «Sirenas sin Patrullas» (2021), así mismo a sido retomado por artistas como Lukas Avendaño (No soy Persona, Soy Mariposa, 2014) o por investigadores como Antonio Prieto Stambaugh y Antoine Rodríguez entre otrxs. 

Este texto originó el desarrollo del proyecto artístico de performance Pensamiento Puñal.

 

“Es un texto explosivo, radical, entre el grito, la caricia, el manifiesto y la expresión mágico-poética (…) Con Pensamiento Puñal, el siglo xx y las múltiples construcciones de un sujeto homosexual/gay entran, para ser enterradas, en los archivos de la historia lésbico-gay. Pensamiento Puñal le da una nueva cara y un nuevo culo al sujeto erótico del siglo pasado.”

Incidentes y Disidentes, Obras Queer de teatro latinoamericano.
Antoine Rodríguez. Más Información 


Pensamiento Puñal

Esta es una escritura triste, hirviendo a punto de ebullición.

Escribo desde el filo de la tierra, desde el fin del mundo, el borderline de los últimos tiempos.

Desde las heridas, desde las grietas, las cortaduras de un imperio fracasado, desde el espacio místico y ambiguo del cuartomundo, desde el cut—up intertextual de las postidentidades, porque ahora que me lees, esto soy: texto.

Escribo para aquellxs que son el target, que nacen en medio de fuego cruzado, subordinadxs a los márgenes, teniendo terror a los baños del colegio, lxs que odian las mañanas y el desayuno forzado. Para lxs que quieren hacer de su vida una obra maestra, morir como Ana Mendieta, Unica Zürn o Fred Herko, saltar en el vacío. Volar.

Para aquellxs que dar en el blanco significa una amenaza irónica, pues son de todos los colores menos el blanco.Cuerpos ocupados, desde la sala de operaciones abstracta, en el parto, líquido amniótico y sangre de madre, hasta el paredón, el ghetto, la cárcel, el hospital, apedreadxs, insultadxs, escupidxs, rechazadxs: impotentes.

Para aquellxs que un mal día se dieron cuenta que llevan cara de indio, tez de estiércol, lxs que odiaron su cuerpo, para lxs pocohombres, lxs mariachis, lxs que constituyen un atentado a la masculinidad hegemónica, directa o indirectamente, lxs que son culpables de lo que no cometieron, culpables de llevar el pecado en la carne y vivir la penitencia.

Para lxs que entienden el autosabotaje, la experiencia traumática, el hambre, lxs que dejaron la almohada empapada en lágrimas, lxs que dieron gritos en la regadera entre azulejos rotos y rastros de sangre. Para lxs que hemos aprendido a perder sangre. Para lxs que no nos dejan donarla. Sangre que sabemos sacarnos a punta de golpes, de abrasiones, de heridas flamígeras, de aparatos de autotortura DIY, sangrados caseros y públicos de cuerpos sometidos al filo, a lo punzante.

Para lxs de las lágrimas negras tatuadas en el rostro, lxs que nos travestimos con rasguños, cicatrices y moretones, doncellas de hierro, clavos de cristo de Iztapalapa, para lxs que perdieron la conciencia en la cantina gayfriendly, y al día siguiente sentían que cagaban vidrio molido. Para lxs que crecimos entre la omnipresencia del VIH y los poppers, lxs que aprendieron a disparar un arma antes de saber leer las instrucciones, para lxs que frecuentan el último vagón del metro, la cajita feliz, la zona rosa, lxs de provincia, en callejones con orines y húmedos besos furtivos que cortan por barbas mal rasuradas.

Para lxs prostitutxs, lxs desobedientes-obedientes, lxs sumisxs, lxs esclavos a distancia, moradores del cibersexo y mantras de placer. Lxs que se apagan cigarrillos en los brazos, lxs que se orinan encima, lxs que huelen su calzado y su ropa interior, lxs que se eyaculan el abdomen y lxs mirones, lxs delincuentes, lxs criminales, lxs más buscados.

Habito en medio de fiesta y violencia, entre balas y adornos de papel china, carros alegóricos y obituarios, entre castillos de pirotecnia religiosa y procesiones de algodones de azúcar, santos cubiertos por telas púrpuras y narcomenudeo, grapas, tachas, trakas, chemos y monas de sabores. Niñxs chicleros, cilindreros, franeleros, limpiaparabrisas, tragafuegos, con labio leporino, a las espaldas envueltos en rebozos, mutilados, felices. Putitos, Vestidas con tacones de aguja, Chichifos deliciosos con vergas erectas empalmadas al abdomen, Mariquitas conangel-face, Jotas, Peluqueras, Vaqueros, Locas, Azotadas, Mayatones zumbantes, Muerdealmohadas emplumados, Soplanucas sudados, Chacales rabiosos, Padrotes jorobados, Machorras en motocicleta, Bigotonas, Traileras, Machas, Marimachas, Tortilleras, Guerreras, Guardaespaldas, Quimeras, Trans_formers, Operadas, Momias, Maniquís, Mantícoras, Nosferatus con maniquiur.

¿Por qué?

Soy Puñal porque cuando doy sexo oral soy fakir, soy traga-espadas, experto en camas de clavos, carbones calientes y autoinmolación.

Soy Puñal porque la gruesa aguja que me perforó la espalda en aquella biopsia de riñón a los 19 años todavía sigue adentro, pinchando un pedazo de tejido enfermo, por el trapo que tuve que morder, por el ardor de la anestesia, por la sensación de tener mi cuerpo desnudo boca abajo, descubierto como si se tratará de una violación, de la penetración que nunca me dieron, de ese pene erecto que nunca gocé, porque me dejaron orinando litros de sangre durante la noche más larga de mi vida, y en la mañana me sacaron en silla de ruedas, llorando.

Soy Puñal por la cruz que cargo, por las siete espadas que le atraviesan el corazón a la virgen dolorosa, la misma que vi cuándo niño en misa de 11, obligado por mis padres a escuchar que iría al infierno, mientras me aterraban las imágenes sangrientas y brutales de mártires de madera, ánimas benditas del purgatorio, cristos negros con pies podridos encapsulados en féretros de cristal como blanca nieves, espaldas abiertas al látigo, costillas expuestas, agua bendita, pan de los domingos.

Soy Puñal barroco, churrigueresco, estofado a mano en hoja de oro, artesanal; por la arquitectura colonial de las iglesias y conventos de donde vivo, con escenas de moros e indios muertos en sus nichos, ángeles blancos y santospatronos güeros, por ese mismo puto coloniaje que aún me jode los huesos y me estigmatiza el cuerpo, por que aprendí a decir “sí señor”, “mande usted”, bajar la mirada y tenerle horror al vacío.

Soy Puñal de bronce, ciborg chapado a la antigua, mis gadgets son agujas, navajas y fileros, etnocyber-punk envuelto en alambre de púas, huiCholo atrapasueños. Soy moreno, mi piel de bronce bruñido como el cuerpo de Jesucristo en Apocalipsis 1:12: “Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.”

Soy Puñal de colección, espécimen regional heredero de Chela Sandoval, de Jodorowsky, de Arrabal y Topor, del Pánico!, de Buñuel, de Anzaldúa, de Melquiades, de Mago Melchor, de Gómez-Peña, de la Congelada, de Paco X., de Giuseppe Campuzano, de Gurrola, de SEMEFO, de Polvo de Gallina Negra, entre muchxs otrxs. Heredero de la genética cultural de Cantinflas, de Tin tán, de Mago Septién, de Ramón Valdez y el profesor Jirafales, de Chinchín el tepor8 y Gabriel Retes, de los bultos en los pantalones ajustados de Pedro Infante y Jorge Negrete en plena movida cruising, de Agustín Lara y sus “dos puñales” de hoja dama-esquina-mezquina, de Macario y su pacto con la muerte a través de un pollo rostizado, de Julio Esteban, de la “Risa en Vacaciones” y la “Carabina de Ambrosio” y un sin fin de mitologías mediatizadas. Porque soy “unos cuantos piquetitos” en la cara fresca de Khalo.

Soy Puñal revolucionario, Charro Negro con las bolas de fuego, por cogerme toreros mariquitas amarillos y rosas de culos sabrosos y floreados, corcel semental sentimental con rifle en el ano en honor a Zapata, cuarto jinete del armagedón kitsch, PornoMariachi neón exhibicionista, excitado, erecto, eyaculando en la plaza de las tres culturas, enfrente de la cámara.

Soy Puñal por lo pagano, por las limpias, porque como las balas rezadas nunca fallo, con bigote satánico tupido y enroscado entre mis dedos, estoy maldito, tengo el cuerpo demonizado, encarno el fenotipo latino del delincuente, del coyote, del sicario, del traficante, del brasero, del criminal, del vendedor de piratería, del narcomenudista, del indocumentado, del albañil, del desempleado, del drogadicto, del judas, del traidor, del chamuco, incluso del sex simbol. Custodio la entrada al infierno de cuerpos raros, diferentes. Dantesco, luciferino, Infrarrealista para «volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial» El Diablito ¡Lotería!

Soy Puñal por el filo de mi cuerpo como arma blanca, blanca por el brillo cegador de la plata y el mercurio, mas no por el régimen de mierda de dominación patriarcal occidentalista del hombre blanco, rico y heteronormativo. Porque mi cuerpo es el arma más poderosa, porque un Puñal se empuña a sí mismo, porque se empodera blandiendo su verga, desde niño “jugando espaditas” con otros niños como primer contacto erótico de caballeritos y pajes enamorados. Porque la agencia Puñal comienza por penetrarse el recto con el mango de un cuchillo de carnicero, dando el culo al aire, rasgando el cielo, amenazante, y termina por navajearse el abdomen atlético, tenso, sangrante.

Soy Puñal y herida. Penetrador y penetrable. Cuerpo lleno de bordes, de filos, de fisuras y surcos. Una cartografía de suturas y cicatrices, paisaje de carne dividido por líneas imaginarias y táctiles, interseccional, trans-fronterizo, subalterno. Soy Puñal por el bisturí, porque cortó lo que me sobraba, por la contención-pérdida del sacrificio, por mi piel en el suelo plegada como un abrigo, por mis músculos expuestos, por mi cuerpo vació y sin órganos, mi cuerpo explícito, desollado. Porque el dolor es el secreto a voces del perfecto encerado, porque el brillo del Puñal está en sus ojos y se licúa llorando sangre, como santo milagroso. Por que la verdadera penetración es la que rasga el cuerpo, perfora el tejido y se clava donde no hay agujero.

Soy Puñal, porque me clavo cuando me dan la espalda, porque para ellos soy traidor, por ir en contra de la ley natural, del orden social y las buenas costumbres, por penetrarles el culo hasta que sangran. Por ser abyecto, por traicionar a mi patria, a mi gobierno, a los deseos de mi madre y mi padre, a la biología y la genética, a la academia y las pinches “Bellas Artes”, al racismo, al clasismo y al sexismo, por decirle NO a ser un Macho, porque de macho cabrío sólo tengo la pata izquierda, por no ser un “hombre hecho y derecho”, por no procrear sino crear, por no golpear mujeres, por no matar jotitos, por no saber manejar o andar en bicicleta, por negarme a reproducir sus sistemas de control sobre mi cuerpo y la vida. Por ser antagonista, anti-héroe, escoger ser el fuego en lugar de Prometeo. Por ser la serpiente y no el águila. Ponzoña punzocortante.

Soy Puñal alquímico, por ser forjado entre la política y la magia. Por el acto colectivo del desgarramiento ritual, por la transmutación de los metales: sube y baja la navaja, por el cuerpo como máquina experimental y la experiencia pánica de lo irracional, como al cortarme el brazo y ver mi tejido adiposo. Por el epifenómeno y la serendipia. Por lo afirmativo, por la fiesta de pueblo, por el Pandemonio, la Hecatombe, por la santa triada del humor, el terror y la euforia. Porque estoy al sur, porque así emigran las aves, porque mis performances son performans, porque Queer, aquí es Cuir, y entonces mis performans son Viacrusis, Cuirformans: Auto-apocalipsis: hacia una Mística Cuir.

Soy Puñal sintomático, por la puta glomeruloesclerosis, porque se apodera de mis riñones, petrificándolos. Soy Puñal crónico, irreversible, enfermo, progresivo, por las 9 pastillas diarias, por sus efectos secundarios: calambres en las piernas, herpes zoster, mareos, un hambre insaciable, hinchazón del rostro, erupciones en la piel, con sueño y sin poder caminar; bomba molotov de corticoides, CockTail de clavos. Por la intravenosa, por los múltiples días de ayuno sagrado para aquellos análisis de sangre, por los moretones en el brazo, por ser confundido con un heroinómano, por la presión de la liga, por apretar el puño, por las muestras de orina, por la creatinina al azar o la proteinuria microscópica. Por el frío del material quirúrgico y la plancha de la morgue, por la bata del hospital y por las manos de las enfermeras y el estetoscopio. Soldadito de plomo ahogado en su propia orina. Por ser tratado como espécimen, como experimento de laboratorio, como una rareza, curioso, señalado, exotizado y diagnosticado por la tecno-ciencia. Por el auto-sabotaje de mi cuerpo vs mi cuerpo, por la estrategia trágica de lo auto-inmune, de lo inevitable. VIH prefabricado. Portador de malas noticias. No hay vuelta atrás, soy Puñal.

Soy Puñal por lo obsceno(enescena) de mis cortes y superficies sangrantes, porque soy “actor” (pos)porno, porque soy cuerpo atrapado en lo (caleidos)escópico, por los enemas de convulsión-expulsión.

Soy Puñal porque no tengo huevos, porque me castraron cuándo niño, porque para tenerlos fui a buscar al conejo de los huevos de pascua, a la gallina de los huevos dorados y porque igual que Humpty Dumpty salte y me rompí en miles de pedazos, porque ninguno de ellos me salvó, porque nadie me supo encontrar, porque no llegue al final feliz, porque duermo con un oso de peluche, porque me aterra estar sólo, porque lo más hermoso es lo que más me destruye, lo más poderoso. Ser devorado por miles de mariposas, cubriéndome hasta que no quede nada, ni una partícula de mí.

Soy Puñal encubierto, insider-outsider, entrando-saliendo de la piel, de las categorías y los presupuestos capitalistas del orden establecido, porque soy forajido y refugiado, porque no me ajusto a sus estándares, porque me obligaron y aprendí a volverme líquido, aprendí a habitar los límites, a mantenerme vulnerable. Porque me ven y dicen “Ni hablar mujer, tu traes puñal” y les contesto que lo llevo entre las piernas! Porque estoy infiltrado, porque soy terrorista, porque tráfico armas con mi cuerpo, porque me tráfico a mí mismo. A fucking Stab in the back of the old political system. Serial killer, Slasher político travestido de artista.

Soy Puñal por no querer/poder identificarme con las lógicas maricas, por no tener el privilegio homonormativo de pertenecer a la clase alta, ser apuesto y limpio. Por no pasar el dresscode del gayness, por no tener “sentido de la moda” y por no seguir sus juegos con condones gratis y música dance, porque no sé bailar, porque no practico la jotez misógina heterofóbica, porque yo no vengo de un closet, vengo del averno, porque lo Gay es un puto estilo de vida, y lo Marica está siendo absorbido de manera acrítica e irreflexiva por la imposición/colonización de los QueerNewAgeHipsters, por el sonado “dinero rosa-mexicano”, porque creen que la palabra “queer” salió de “Queer as folk” y porque lo convierten en producto de consumo y lo peor! Lo consumen: labiales, bigotes falsos, tacones y gorros de fiesta, disfraces en lugar de indumentaria politizada, cerveza queer, restaurantes queer, papel higiénico queer, todo queer, pósters de la Preciado, rockstars y pin ups queer, porque ahora todo “joto con huevos” se dice Marica, porque de este lado no hay suficiente testo gel, porque la ética de Vidarte no funciona en estos lares. Soy Puñal por las arcadas del vómito que ocasionan la salida de lágrimas, mismas arcadas de las puñaladas, porque me sé de memoria el camino al baño aun con los ojos cerrados, por la epistaxis que mancha mi camisa blanca, porque cuando sangras de la nariz conoces tragedia, porque levantas el rostro directo a la bóveda del cielo como si hicieras una plegaria, mientras aprietas el tabique esperando a que pare el sangrado, porque alguna vez casi me ahogo con esa sangre, porque paso a las 3am y mis padres pensaron en llevarme a urgencias, porque amanecí con un tapón coagulado que me impedía respirar. Por las burbujas del agua oxigenada. Porque mi cabello está maltratado, porque mi expansión es falsa y porque todos pronuncian mal mi nombre.

Soy Puñal por los rasguños en mi espalda y los chupetones en mi cuello, por las mordidas en los labios, por los derrames oculares, por los moretones en los codos y rodillas, por la circuncisión que no me hicieron, por la mierda en mi prepucio, porque no voy a soportar la vejez de mis padres, porque a veces no miro cuando cruzo la calle, porque no me detengo enfrente de un autobús en movimiento, por el desprendimiento de mis uñas al rasgar la pared, por el rompimiento del frenillo de mi glande. Porque voy en la búsqueda eterna de la estrategia perfecta que me permita aniquilarme sin que mi meta sea morir.

Para muchos, lamentablemente, Puñal, será solamente una denominación taxonómica más, lo describirán como una marica frustrada y violenta, encaprichada y llena de rencor. Sus ojos no verán más allá de lo que están acostumbrados a ver, y eso, eso será la ventaja.

Sin embargo: No se trata de “Ser” Puñal, porque Puñal no es una categoría más, porque las categorías producen síndrome de Estocolmo, estancadas, totémicas, cerradas, camisas de fuerza, donde a través de la idea de “identificación” secuestran a quien la porta, Puñal es un espacio crítico de pensamiento radical. En el tarot las espadas simbolizan el lenguaje y el pensamiento, se trata pues de afilarse. No se trata de nombrarse Puñal, se trata de aPUÑALar, de volverse verbo, porque ante todo Puñal es acción en el mundo. Puñal no se conforma con la apropiación de la injuria, va más allá, Puñal se trata de un arma de doble filo, al tiempo que te haces daño, les haces daño; ver en el insulto una vía de redención y fiesta, se trata de dejar de pensar en defensas inútiles, para avanzar a ofensivas drásticas, se trata de concentrar la fuerza en el malestar, en el hambre, en el dolor de estomago, se trata de afilarse cada borde del cuerpo, de ser repetitivo porque solo así se saca el filo. Contradictorio y ambiguo, atentar contra la idea de “salud” por todas las vías posibles, atentar contra los límites corporales, que a su vez serán los límites culturales, pues somos maquetas en miniatura de donde somos formados, al mismo tiempo somos la presentación hologramática de la humanidad, en mi cuerpo descansan todos los seres vivos, lo que le pasa a mi cuerpo le pasa al mundo. Anima Mundis del Puñal. Porque Puñal no une, no busca hacer lazos, busca romper, busca separar, como la navaja que entra en la piel y deja una herida profunda, busca desgarrar para abrir camino a algo nuevo, a la sangre nueva brotando a borbotones rojos, porque a partir de la separación de la piel en dos se origina la cicatriz, cicatriz que une ambos continentes, piel nueva, más oscura, más sana, más resistente. Porque el Puñal no busca la mutilación, sino la multiplicación. Porque sus lógicas del corte son celulares y exponenciales. Porque el Puñal tiene aliados en medida de intercambio de fluidos y el festejo del dolor, de pactos de sangre, de abrir las heridas y juntarlas, de fiestas comunitarias en las zonas irracionales de lo inconcebible. Porque Puñal encuentra el punto de encuentro en la vulnerabilidad, porque todxs somxs vulnerables, todxs sangramos, todxs sentimos dolor. Porque para el Puñal, el dolor es el maestro, es la vía.

El Puñal habrá de navajear el género, la discriminación clasista y el racismo, el abuso, la explotación y el control de cuerpos y mentes, navajear los dispositivos de poder que operan en y desde la cultura, sin embargo, se sabe inmerso en ellos, partícipe de ellos y construido a partir de ellos, su proceso de desactivación implica el quehacer-puñal, el collage, el corte-y-pega, el quebrantahuesos, el cadaverexquisito, el insider-outsider “entra sale la navaja”. Tolerante con lo ambiguo, en ese sentido será primo hermano político de la conciencia mestiza, el pensamiento diferencial, el feminismo ciborg del tercermundo, el transfeminismo anarkocuir y las estrategias decoloniales; así como de la psicomagia, el acto mágico y poético, el epifenómeno, la alquimia prehispánica y las fiestas paganas de los pueblos católicos, del tiempo santo y la verbena, del peyote brujo, del pánico y el pandemonio. Cuerpo sin Órganos, Cuerpo Explícito, Cuerpo Sacrificial afirmativo y festivo, en dirección hacia una mística cuir. Porque PUÑAL es acto creativo, es Arte.

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ADVERTENCIA:

Esto no es una “Receta Política”, se trata de un ejemplo acerca de cómo construir un pensamiento crítico y reflexivo.Esto no es una categoría sino un espacio de acción creativa y pánica. No podrás devenir Puñal, pero si podrás aPUÑALar el sistema. Un llamado a afilarnos y revitalizar la disidencia con sangre nueva. Ideología punzocortante, metáfora encarnada y propuesta mágico-radical.

 

Noviembre, 2012.

Lechedevirgen Trimegisto

 

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